lunes, 11 de abril de 2011


Hoy sólo me apetece recordar cosas bonitas, como el último viaje familiar a Roma, quiero quitarme esta pena, de momento no será posible, pero hoy no quiero oler a hospital. Quiero recordar las prisas, las discusiones, las risas, la abuela volando entre los pirados romanos para cruzar una calle, ella levantaba su bastón y le cedían el paso cientos de coches. No quiero poner la foto que me hizo mi tía a los pies del Tíber, porque sólo quiero olvidar hoy y ayer, pero no mañana, pero por si acaso la voy a poner, supersticiones.

Esta foto que yo no me atrevía a hacer pero hizo mi madre, pidiendole permiso al viejo barbero, yo creo que sólo tenía la barbería para que le hicieran fotos los turistas.
Hoy me he terminado de mal leer un libro bastante infumable, la típica novela de grandes mujeres del siglo XX que aspira a saga familiar muy poco creíble. Un joya, vamos, lo bueno del libro es que hacía multiples referencias a la ópera italiana de Verdi y me ha hecho tirar de vídeos, y ahora no paro de escuchar este himno, el "Va Pensiero" de Nabucco. La última foto es de una playa en Lanzarote, semanas atrás, cuando retomaba fuerzas sin saber lo que se avecinaba. Después, viendo las fotos, decidí que el que sale de espaldas en toda la secuencia en la que pruebo filtros de colores, es F. ese deconocido que se coló en mi correo con infinitos y divertidos correos durante unos días y que luego desapareció aquejado de una excusa que para mi es familiar y muy dolorosa. Fue mi primer intento con esto de los contactos virtuales y no pudo salir peor, ¿no? Luego seguí observando con gracia los mensajes de otros que me llegaban y para finalizar empecé a descubrir a gente de mi pasado y a encontrar perfiles que se parecían mucho a espinas aún clavadas en forma de diseñadores graficos talluditos. De momento como terapia ultrarrápida me compraré más pantalones vaqueros de colores, para colorear estos días y para darme cuenta que cuando una se hace mayor regresa a comprar a Zara, a ser posible la ropa con mayor pinta de pija posible. Y volver a usar marrón y camel como colores basicos y reirme yo sola de estas cosas al ver mi reflejo en los escaparates.


Va, pensiero, sull'ali dorate;


va, ti posa sui clivi, sui colli,


ove olezzano tepide e molli


l'aure dolci del suolo natal!

Menos mal que no cerré esto! Gracias.